Reseña de Satryn Deluxe: ¡vosotros estáis encerrados conmigo!

Cuando juegas a Satryn Deluxe por primera vez, ves un cuadrado que parece un ring de boxeo rodeado de seres extradimensaionales, a tu muñeco en medio y a un montón de pequeños aliens que empiezan a rodearte. Sabes que la cosa va en serio, así que te preparas y, en cuanto puedes, te lías a tiros. Unos segundos más tarde has muerto y una alarma te incita a recuperarte.

Bienvenido a Satryn Deluxe.

Flynn’s Arcade es una publicadora que está haciendo mucho ruido del bueno en el espacio indie. Este Satryn Deluxe de Maybell, un dev indie, que después de aterrizar en PC ahora viene a Nintendo Switch, es una cincelada más en el mármol arcade que esculpen con cada título que publican. Pero, ¿de qué va exactamente este juego?

Masacre de pixelitos.

El rescatista

El juego tiene un manual interno, con ambientación, narrativa y todo eso, pero como buen fan del arcade tú has ido directamente a jugar, te han aniquilado y apenas has sabido distinguir amigo de enemigo. Bueno, las cosas no son tan sencillas. En el manual nos dicen que controlamos al «FORMER», un miembro de la raza «Satryn», los bichitos azules pequeñitos que están siendo masacrados por los malos de este juego. Pero seamos sinceros: la historia no importa, esto en jugabilidad es arcade puro, un nivel tras otro de una frenética ensalada de tiros que solo se acaba con la muerte de tu personaje. Así que vamos al lío.

El objetivo del juego es sencillo. Tendremos que rescatar a los Satryn de los demás alienígenas, que tienen como objetivo matarnos a nosotros y a nuestros pequeños compañeros. Para ello desplegarán un armamento variado: hay escorpiones, robots que nos lanzan bombas, cangrejos que nos persiguen… todo un arsenal de destrucción. Sobrevivir a las rondas cada vez más frenéticas y masivas es lo complicado, y donde está la gracia del juego.

Veréis, cada vez que limpiamos un nivel, los Satryn que han sobrevivido se suman a nuestro contador de «amigos», que cumple una función doble: amplificar nuestra puntuación (luego hablaremos de eso) y darnos una vida extra cada sesenta rescatados. Pueden parecer muchos, pero una vez le coges el tranquillo al juego no es raro que cojas una o dos vidas extra antes de perecer.

Disparar y esquivar

Vamos a por ese «power-up».

Matar malos te da puntos. Simple, ¿no? Pues en Satryn Deluxe tenemos un pequeño matiz que añade una capa estratégica muy interesante al juego. Cada rescate va aumentando la puntuación que te da matar a un enemigo, y esto es fundamental para seguir haciendo puntos. No puedes ignorar a tus amigos para sobrevivir, porque los niveles son cada vez más difíciles, y necesitas puntuar para tener éxito. ¿Por qué?

Muy sencillo: los puntos son armas. Cada 75.000 puntos que hagamos nos dará un «power-up» que amplificará nuestra capacidad destructiva durante un tiempo. El «power-up» que nos toque es aleatorio, y aquí entra en juego esa sinergia entre rescate y destrucción: necesitamos esas mejoras para mantenernos con vida, por lo que, si queremos seguir puntuando fuerte para generar las mejoras, tenemos que preocuparnos de nuestros amigos.

El objeto de la derecha será tu mejor amigo.

Lo más curioso de todo es que el mejor «power-up» no es un arma: es el escudo. Entre los dispositivos que podemos conseguir hay un disparo doble, triple, un lanzamisiles, un lanzallamas… y un escudo. Este escudo es la pieza clave de nuestra estrategia para generar puntos a largo plazo. Cada vez que morimos, regeneramos en tres segundos mientras nos queden vidas, pero perdemos un 35% de los rescatados que tengamos. Esto nos deja en una situación de desventaja grandísima, porque perdemos esa inercia que vamos construyendo mientras rescatamos y matamos malos. El escudo evita precisamente eso. Cuando te impactan con el escudo, aunque lo pierdes, puedes seguir matando sin ninguna penalización.

Bailando sin parar

Satryn Deluxe penaliza quedarse quieto. La mayor parte de los ataques enemigos van dirigidos. Puedes usar a tus amiguitos Satryn para que te hagan de señuelo, pero apenas duran unos segundos vivos y te vuelves, de un momento a otro, en el blanco de todos los ataques.

Los enemigos de cada nivel se generan proceduralmente teniendo en cuenta el número de niveles superados, así que la dificultad progresará linealmente. Tener una buena estrategia aquí es clave. Se echa de menos un ajuste un poco más fino del generador de dificultad, que a veces plantea niveles prácticamente imposibles para la potencia de fuego básica del personaje, pero la duración de las partidas y lo frecuente que es coger el escudo equilibran un poco este defecto del juego.

El ritmo del juego solo se interrumpe al final de cada nivel, donde puedes respirar unos segundos antes de volver a la batalla. En ese sentido, Maybell ha entendido muy bien cómo funcionan los juegos arcade de la primera hornada. Aquí vais a ver pistas de Robotron: 2084, de Defender y de Tempest. A nivel gráfico el juego es un homenaje chulísimo a los primeros arcades a color de las primeras hornadas de la década de los ochenta. El sonido, por desgracia, se queda algo más atrás: es difícil distinguir qué sonido corresponde a qué evento, y echamos de menos una melodía que acompañe de fondo: las partidas buenas son largas, y una musiquilla que tararear hubiera estado muy bien.

¿Desea jugar más?

Como todo arcade que se precie, tiene su tabla de puntuaciones, que nos pica para jugar otra partidita más. Aquí os dejo mi puntuación, que me coloca, en el momento de escribir esta reseña, en la posición 34 de la tabla global.

«GIT GUD» en estado puro.

Satryn Deluxe es un indie delicioso para los aficionados al arcadeo retro. Es verdad que mi plataforma de preferencia es el PC, pero este juego en Switch tiene que jugarse escandalosamente bien. A por él.

Comparte esta publicación